14/7/19

LOS NARCISISTAS SIEMPRE VUELVEN: El tiempo del Hoover

 LOS NARCISISTAS SIEMPRE VUELVEN: El tiempo del Hoover

LOS NARCISISTAS SIEMPRE VUELVEN: El tiempo del Hoover

libresdelnarcisista.blogspot.com

El descarte no es la última fase del abuso, pasado un tiempo el agresor regresa, tan campante, a re-engancharte de nuevo. Es el tiempo del Hoover, una palabra tomada de una conocida marca de aspiradoras y que evoca, precisamente, la acción que despliega el narcisista para aspirar a la presa que había desechado, o que se le había escapado de las manos, a fin de reintroducirla otra vez en su torbellino de maltrato y manipulación.

Para el narcisista nunca hay un cese o cierre de la relación. Se trata de un desenganche temporal. En su mente trastornada sus víctimas le pertenecen para siempre, son de su propiedad, por eso se siente con derecho a desecharlas y re-engancharlas cuántas veces quiera, según sus necesidades de combustible.

En realidad, nunca deja libres totalmente a sus antiguas fuentes de suministro, siempre, de una manera u otra, permanece al acecho. Quiere que estén a su disposición cuando las necesite, formando una especie de alacena que guarda en su inventario.

Por supuesto, al tiempo del descarte te borra de su mente. Como si nunca hubieras existido, tal es el grado de aborrecimiento que siente hacia ti. Este alejamiento puede durar meses, o incluso años.

El narcisista te ha desvalorizado tanto que no puede disimular su odio. Esta disgustado. Considera que eres patético e inservible, ante sus ojos estás en negro. El pensamiento del narcisista es, en este sentido, totalmente infantil: o idealiza a las personas y las pone en un pedestal, o las devalúa sin cortapisas, y las arroja por el desagüe. En este tiempo, a él le parece imposible que alguna vez haya visto algo bueno en ti.

 Nada, absolutamente nada, de lo que digas o hagas puede cambiar lo que piensa el narcisista cuando te descarta. Toma en cuenta que las razones nunca están en la víctima, no tiene nada que ver contigo, ¡tú sigues siendo una persona valiosa!, se trata de él, de su trastorno y de lo que maquina en su mente enferma. Por supuesto, al tiempo que esto sucede, la víctima no comprende lo que está sucediendo.

Esta es la razón por la cual las personas se sienten emocional y psicológicamente devastadas en esta fase. No saben por qué están siendo tratadas con tanta frialdad, el por qué de las vejaciones y el maltrato. Los seres humanos normales son capaces de matizar, se dan cuenta de los defectos de una persona, pero también reconocen lo positivo. El narcisista nunca matiza, su pensamiento es en blanco y negro. Su mundo, como el de los niños, está poblado de héroes y villanos.

En realidad, y aunque nos cueste creerlo, en términos de combustible, es la etapa en que más prosperan los narcisistas. Esa es la razón por la que prolongan la agonía de la devaluación. El combustible negativo tiene para ellos una calidad muy especial, todas tus reacciones emocionales negativas lo alimentan, se sienten perversamente hinchados de PODER, mientras te aniquilan psicológica y emocionalmente.

Entretanto, ya habrán encontrado una nueva víctima a la que seducen e idealizan lo mismo que hicieron antes contigo. Cuando se sientan seguros de su nueva fuente darán el golpe final, buscarán el momento en que puedan hacerte más daño, y se marcharán, convencidos de que eres lo peor que les ha pasado en su vidas y que no mereces estar cerca de alguien tan superior, especial y único. Desde ese instante te borrarán de su mente, como quien se cambia de camisa y lanza la usada al cesto de la ropa sucia.

No habrá cierres ni explicaciones, sencillamente dejarán tirada a la persona a la orilla del camino, a sabiendas que la dejan rota y con miles de preguntas en su cabeza. Lo saben, pero, en verdad, no les importa.

El impacto emocional y psicológico es tan drástico, que muchas víctimas duran un tiempo en reaccionar. Se sienten confundidas y paralizadas. Normalmente, con ayuda de agentes externos, la persona logra, por fin, identificar el trastorno narcisista de su agresor y comienza un proceso de recuperación de las secuelas del abuso sufrido,  cuyo punto de inflexión es el Contacto 0, la puerta que hay que cruzar para liberarse del vínculo traumático y permanecer a salvo del agresor.

A pesar de lo devastadora de esta experiencia, y contrariamente a lo que cabría esperar, con frecuencia el narcisista re-aparece al poco tiempo tocando de nuevo a la puerta de la víctima.


Los narcisistas siempre tantean de nuevo: los señuelos del Hoover


La reaparición del narcisista viene condicionada por muchos factores: necesidad puntual de combustible fresco, deseos de utilizar a la víctima para triangular con un tercero, la facilidad con la que pueden contactarla de nuevo, el deseo de probar el control y el dominio que todavía ejercen sobre ella, etc.

En el caso de que la víctima se les haya escapado decretando el Contacto 0, es probable que quiera vengarse de ella, volver a engañarla, y ser él, quién decida, en el peor momento posible y cuando la víctima menos se lo espera, romper la relación y desaparecer.

Es notorio que Tudor, el conocido autor narcisista, en la escala que hace del combustible, asigna al combustible del Hoover, la máxima valoración en la calidad del suministro. Saber que ha logrado engañar de nuevo a la persona que tanto ha maltratado, que ha podido romper todas sus resistencias, haciéndole fracasar en su tentativa de mantener el Contacto 0, le da una gran sensación de empoderamiento y control, se siente verdaderamente en éxtasis, superior, como dios.

El narcisista, en principio, tantea a su víctima: envía un correo electrónico, o un Whatsapp, para saludarla o para pedirle, por ejemplo, un pequeño favor; se hace el encontradizo en las afueras de su trabajo o sitio de estudios; le pide quedar para hablar con la excusa de devolver algún objeto, o contarle algún problema, una enfermedad, por ejemplo, e intenta apelar a sus rasgos empáticos, a su compasión, etc.

El más clásico de los señuelos es pedirle una nueva oportunidad, mostrarse falsamente arrepentido, y prometer una vuelta a la época dorada de la relación. Sabe que la víctima está necesitada de respuestas, que todavía se siente atrapada por el tirón del vínculo traumático, y despliega sobre ella todo su arsenal para manipularla y seducirla.

Otra trampa muy común es proponerle a la víctima quedar como amigos, y contarse mutuamente sus cosas. Si la víctima muerde el anzuelo, el narcisista pretenderá salir y entrar de su vida imprevisiblemente, la engañará cada vez que pueda, y comenzará otra vez el ciclo del abuso y de las manipulaciones.

Muchos son los señuelos y las trampas que el depredador prepara para su presa. En algunos casos, con el propósito de reiniciar la relación y volver a conectarse con esa antigua fuente de combustible, especialmente en tiempos de escasez de suministro.

En otras ocasiones, simplemente, la contacta para demostrarse a sí mismo que todavía la domina y la controla, jugar con sus expectativas, servirse puntualmente de su combustible, e inmediatamente volver a descartarla y desaparecer.


Verdades sobre el Hoover que no hay que olvidar


De este tema del Hoover nos quedan todavía muchos puntos por tratar. Por lo pronto, tengamos en cuenta estas verdades que son claves para protegernos de los zarpazos de los narcisistas, en esta fase que sigue al descarte o al Contacto 0:

 1. Los narcisistas siempre vuelven. En su mente se creen con derecho a ello, a pesar de que saben que su conducta ha sido abusiva y el daño que te han causado. Salvo que encuentren todos los puentes de acceso rotos, o que perciban algún peligro, real o imaginario, de que pueden ser expuestos públicamente, buscarán la forma de re-engancharte en algún momento. Sea cual sea el tiempo que pase, nunca debes bajar la guardia, esta gente siempre está detrás de la puerta.

2. Que nadie te engañe, los narcisistas no vuelven porque se haya despertado en ellos el amor romántico, o el sentimiento de la amistad, o porque te extrañen. En absoluto, estos trastornados no establecen vínculos afectivos con nadie, ni pueden amar ni comprenden el amor o la amistad. Su objetivo es extraer combustible y mantener el control y el poder sobre ti. Es todo, y no le des más vueltas.

3. Los narcisistas no se arrepienten de sus acciones abusivas ni se sienten responsables de ellas. Ni siquiera las reconocen. Todas las explicaciones que ofrecen a sus víctimas son fraudulentas y tienen como objeto manipular tu percepción de los hechos y justificar lo injustificable: el abuso. Si necesitas respuestas estas no van a venir nunca de la boca del maltratador.

4. Los narcisistas nunca cambian, ni pueden ni quieren hacerlo. Pueden prometerte que mejorarán en su conducta, e incluso que asistirán a terapia, pero todo es una componenda para engañarte. Su naturaleza es permanentemente abusadora y manipuladora, aunque hayan pasado diez años de la relación.

5. El período dorado de la relación, cuando el narcisista te idealizó y te mostró su rostro más amable, NUNCA volverá. Todo fue una actuación para seducirte. Después de haber vivido el ciclo del abuso, es imposible que olvides el ser que se esconde detrás de la máscara; el narcisista lo sabe, por eso no se esforzará mucho en volver a actuar como al principio. Simplemente, y aunque a veces te cueste aceptarlo, esa persona maravillosa no existe, nunca te amó, sólo fue una fachada para engañarte.

6. Cuando vivimos un nuevo ciclo en la relación con un narcisista, el abuso es mucho más rápido e intenso y el maltrato emocional y psicológico suele ser más devastador que la primera vez.
 
7. El descarte final no lo dictará nunca el narcisista, que seguirá volviendo a tu vida cada vez que encuentre la puerta abierta, el descarte final, en realidad, está en tus manos cuando decretas y mantienes una medida estricta de Contacto 0, cerrando así definitivamente todas las posibilidades de establecer algún tipo de relación con una persona tan tóxica y destructiva como el narcisista.

Reflexionemos sobre estos hechos, que son capitales para saber defendernos de las pretensiones de estos personajes siniestros, los narcisistas, y avancemos decididos por el camino de la libertad y de la recuperación. Un saludo.

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