Estudios demuestran que los trastornos de ansiedad pueden ser causados por la exposición al abuso narcisista

Estudios demuestran que los trastornos de ansiedad pueden ser causados por la exposición al abuso narcisista.

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¿Sufres de crisis de ansiedad o ataques de pánico?

Algunos estudios han demostrado que los trastornos de ansiedad que padecen muchas personas pueden ser la consecuencia de haber estado en contacto con una forma de abuso narcisista por parte de otros.

Las personalidades narcisistas y abusivas tienen tendencia provocar problemas de salud física en sus víctimas y por lo general, son personas socialmente agresivas, violentas y favorecen una atmósfera compleja de abuso ambiental en todos los medios sociales en los que tienen posibilidades de influir.

Los objetivos más comunes en materia de violencia social son las personas más sensibles y emocionalmente inteligentes que por naturaleza, tienden a comportarse como humanistas. Si vives en un entorno, en contacto con una persona o en una casa en donde el abuso es moneda corriente, no es de extrañar que comiences a notar que tu salud se degrada y tengas un pobre concepto de ti misma.

Los trastornos de ansiedad, nerviosismo, la sensación de miedo, los temblores, la sudoración y los problemas para dormir entre otras manifestaciones ligadas a la ansiedad, son cada vez más comunes.

Hoy podemos asegurar que los trastornos de ansiedad pueden tener varios orígenes y muchas causas complejas como por ejemplo la química cerebral, ciertos alimentos, los trastornos de la personalidad y hechos traumáticos de la vida.

Pero más allá de eso, existe una causa de ansiedad de la que no siempre se habla y que se llama nada más y nada menos que: abuso narcisista.


El abuso narcisista puede causar trastornos de ansiedad.

Esto se refiere al daño físico y mental que ejercen algunas personas extremadamente egocéntricas, es decir; narcisistas.

Los narcisistas creen únicamente en ellos mismos y buscan la admiración de los demás, pero son incapaces de preocuparse por otros. Siempre pueden parecer encantadores, en general al principio de una relación o de conocernos porque lo que buscan es ganarse la admiración y el respeto de otros, pero en cuanto consideran que “dominan” a la otra persona se vuelven exigentes y manipuladores.

Por mucho que uno quiera a una persona de este tipo, el narcisista nunca te devolverá el sentimiento que recibe y sólo se mostrará afectuoso cuando le convenga con el fin de obtener algo a cambio. En consecuencia, todas las personas que viven cerca de los narcisistas tienden a sentirse abandonadas y expulsadas de sus vidas e incluso no merecedoras de su amor algo que las pone ansiosas y en estado de amenaza permanente.

Muchos científicos se han dedicado a la tarea de estudiar las consecuencias de relacionarse con un abusador narcisista y han descubierto que existe un fuerte vínculo entre el hecho de recibir el maltrato de un narcisista egoísta, o de ser víctima de violencia doméstica con el hecho de padecer de problemas físicos y mentales entre ellos, las crisis de ansiedad o ataques de pánico.


¿Qué sucede en la infancia?

Esto puede comenzar a muy temprana edad y los estudios también han abarcado este aspecto determinando que el abuso narcisista que se sufre en la infancia podría ser la base para los futuros trastornos de ansiedad que se dan en adolescentes y adultos. Estos trastornos pueden aparecer a largo plazo porque los niños que han sido objeto de violencia verbal, padres narcisistas o abuso físico traumático, incorporan esto como una herida que más adelante se traduce en ansiedad.

Los niños sometidos a este maltrato tienden a desarrollar baja autoestima, depresión, estrés postraumático e incluso derivar en situaciones aún más graves como un comportamiento delictivo y agresivo tanto en la adolescencia como en la edad adulta.


¿Cómo reconocer los signos de abuso narcisista?
Al igual que con cualquier tipo de abuso, los síntomas son difíciles de reconocer y detectar en principio porque la persona abusada tiende a negar lo que le está sucediendo o es víctima de la manipulación emocional por parte del abusador.

Es por eso que es necesario detenerse a pensar y repasar si hemos sido víctima en algún momento de estos signos de abuso narcisista que veremos a continuación.

• Chantaje. El abusador siempre quiere que las cosas se hagan a su manera y cuando no lo logra critica a los otros utilizando el amor o el cariño que los demás le profesan para de esta manera controlar su comportamiento. No brinda amor o cariño de manera incondicional sino que somete estos sentimientos a la realización de sus deseos.

• Abuso y manipulación. El abusador puede ejercer su dominio de manera verbal o física y utilizar estos medios para intimidar o humillar. Hace creer a los demás que siempre está en lo cierto, que es el dueño de la verdad y que si es infeliz, es por culpa de otros.

• Subestimación. Otra forma de abuso es que intenta siempre ubicar a la persona abusada dentro de una categoría de incompetente e inútil y consiste en las comparaciones que el abusador realiza mostrando siempre a su víctima siempre por debajo de las capacidades de otros.

• Aislamiento. El abusador narcisista necesita tener a alguien a su lado a quien pueda dominar para obtener un beneficio personal y para lograrlo, necesita limitar la interacción de la persona dominada con otros. Es por eso que busca aislarla tanto de los amigos como de la familia para evitar que estos actúen en su contra.

• Engañar. Otra forma de abuso consiste en inventar mentiras sobre ti con el fin de mostrarte diferente frente a los otros. A su vez, el abusador narcisista miente y engaña para evitar asumir su propia responsabilidad o para obtener un beneficio propio que tiene que ver con su egoísmo.

• Indiferencia. El abusador narcisista no toma en cuenta los sentimientos de los demás y sólo se preocupa por los suyos. Nunca nadie puede contar con su apoyo o consideración a menos que eso signifique que podrá obtener un provecho de eso.

• Proyección. En el caso de padres abusadores, el narcisismo se evidencia en que el objetivo de los progenitores es obtener apoyo emocional por parte de los hijos para hacerlos dependientes de su “amor” y evitar que se alejen de su lado.

¿Cómo actuar frente a esta clase de abuso?

Toma en cuenta estos consejos en caso de que a esta altura hayas advertido que convives o tienes estrecha relación con un abusador narcisista.

Corta el vínculo con el abusador. Esta clase de persona nunca cambia porque en la mayoría de los casos no advierte que tenga un problema, sino que intenta cargar a los demás con las responsabilidades

Lo más sano es cortar lazos con el abusador y tomar distancia lo antes posible. Aunque se trate de una pareja, familiar, amigo o compañero de trabajo, alejarse es lo más aconsejable. Busca relacionarte con personas positivas con las que te sientas a gusto.

Busca ayuda profesional. No es descabellado pensar que el abusador se torne agresivo y violento. No te expongas al peligro de un daño físico, además del psicológico lidiando con estas clase de personalidad. Busca un profesional de la salud o recurre a la policía o a grupos de ayuda para víctimas de violencia doméstica. ¡Protégete!

Conserva una actitud positiva. El abusador narcisista pasó años convenciéndote de que eras responsable de todo lo malo, pero llegó el momento de librarnos de esta carga emocional negativa y entender que no eres culpable de nada.

Existen formas de recuperar la autoestima y superar el abuso psicológico.

Es posible recuperarse de una relación de años con un abusador narcisista y revertir los trastornos de ansiedad y los ataques de pánico.

No temas recurrir a un profesional de la salud para que te oriente y te indique los pasos a seguir.

Sabemos que estos síntomas son difíciles de manejar, porque en cierta forma nos debatimos entre lo que debemos hacer y la culpa por “abandonar” a alguien a quien queremos. No olvidemos que el abusador buscó la forma de hacerse querer y fue alguien en quien hemos confiado y hemos depositado ilusiones.

Buscar ayuda implica atravesar por momentos dolorosos, pero es importante tener presente que es una etapa que debemos sortear para vivir mejor y recuperar nuestra autoestima. Recuerda que siempre se puede volver a empezar.

¿Conoces a alguien que esté atravesando por una situación de abuso psicológico?

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