7/8/19

EL PODER: El único amor de los narcisistas

EL PODER: El único amor de los narcisistas

EL PODER: El único amor de los narcisistas

libresdelnarcisista.blogspot.com

 El poder constituye un servicio, un medio para lograr determinados fines. Los que lo ejercen son los que mandan, los que toman las decisiones, los que supervisan, controlan, corrigen, sancionan, conducen. 

Por supuesto, cuando el poder pierde su razón de ser, cuando se convierte en un objeto en sí mismo, se desnaturaliza y se transforma en abuso.

Ese es el caso del narcisista.

Él no tiene una visión del poder como servicio. En absoluto. Para él significa, sencillamente, que está al mando, que es superior, que vale más, que es especial, único, que tiene derecho a todo, y que todos le deben pleitesía. Hacer lo que le apetece sin tener que dar cuenta a nadie de sus actos.

El poder le obnubila de tal manera que le hace creer que es un dios.

Lamentablemente, a veces los mejores, los más sanos emocionalmente, rechazan el poder, y ceden el espacio a personas como el narcisista, que abusan de su posición para medrar y hacer daño a otros.

A nivel individual, el poder es un atributo de la persona relacionado con la posibilidad real que tiene de decidir, en forma libre y responsable, sobre su vida, asumir determinados valores, iniciar o concluir un proyecto o una relación, etc.

El poder personal es un componente de la autoestima. Conocer sus recursos, decidir cómo utilizarlos, decir “sí” o decir “no” cuando convenga, vivir pro-activamente, sentirse responsable de sí mismo, todo eso es poder y está estrechamente relacionado con los niveles de autoestima de la persona.

El abuso narcisista, precisamente, está diseñado para despojar a la víctima de su poder personal. Así es como socava y vampiriza su autoestima.

Nada hay en este mundo que hinche y obsesione más a un narcisista que dominar y controlar a otras personas.

Tanto si idealiza a alguien, como si lo devalúa y descarta, lo que está detrás es un ansia idolátrica de poder. La acción destructiva del narcisista sólo se explica por la ración de poder y control que le reporta.

Esto es, en el fondo, el combustible, el poder y control que ejerce sobre los otros.

Para el narcisista lograr arrancar reacciones emocionales en su víctima significa que tiene poder sobre ella, que la controla. Esa es la interpretación que hace desde su lógica perversa.

La sensación que experimenta es embriagante.

Lo mismo si logra arrancarle unas palabras de admiración, que si la hace llorar o la deja sumida en un estado de confusión y pena.

Sin emociones positivas que llenen su corazón, con el vértigo de su vacío que le arrastra continuamente, sin conciencia moral que le sirva de freno, lo único que da sentido a su vida es el poder. Esa es la base de su narcisismo patológico.

El poder es todo para él.

 Esta gran verdad, no sólo aplica para las relaciones interpersonales, de amistad o de pareja. Toda la vida del narcisista está regida por la misma idea fija: tener el poder, dominar y controlar, ser superior, estar por encima. Una y otra vez.

Por eso, vayan donde vayan, intentarán ocupar los puestos de poder y de control. Lo persiguen como las abejas a las flores, esa es su mayor ambición: ser el jefe, dominar a otros, estar por encima y que todos reconozcan su superioridad. Que lo admiren y lo respeten, incluso que le tengan miedo.

Esa es la razón de que se encuentren tantos narcisistas y psicópatas infiltrados en el mundo de la política, de las grandes finanzas, y en los puestos de dirección de las organizaciones, a veces con devastadoras consecuencias para las instituciones que los encumbran.

Logran ubicarse en las esferas del poder porque lo buscan deliberadamente. Lo desean con todas las fibras de su ser, no hay para ellos nada más importante.

Utilizan para alcanzarlo todas sus dotes de seducción, que no son pocas, su locuacidad, su encanto. Identifican de inmediato a las personas claves, y se mimetizan con ellas, las espejean y conquistan. Copian sus valores, su vocabulario, su estilo de vestir, sus gestos, sus hobbies,…

Dado que son excelentes actores, convencen a otros, se muestran serviciales, amables, con la gente que les conviene. Todo vale con tal de obtener una ración de poder.

Por supuesto, no tienen ningún escrúpulo en mentir, ni sienten ninguna empatía por nadie, se aprovecharán de sus compañeros, y explotarán a los más aptos. Se robarán las ideas más brillantes sin inmutarse, lanzarán campañas de difamación contra sus competidores, a su paso irán dejando los cadáveres de su depredación.

RECUPERAR EL PODER PERSONAL

El narcisista interpreta el Contacto 0 como una pérdida de poder. Es por eso que constituye la medida estrella que lo derriba, porque si ya no puede dominar y controlar a su víctima, está perdido, se queda sin combustible, es el fin de su régimen abusivo.

La víctima fue despojada, por medio de la manipulación y el abuso, de su poder personal, lo que erosionó su identidad y su autoestima. El camino de la recuperación es volver a ejercitar este poder, que le pertenece por derecho propio, al igual que su vida, su tiempo, su atención.

Es una cuestión de dignidad.

Recuperas el poder que te ha sido arrebatado cada vez que tomas decisiones en forma libre y responsable. La primera de todas es el Contacto 0, para muchas víctimas significará un acto de verdadera liberación personal, el primero después de mucho tiempo.

Todo lo que alimente tu autoestima, te ayudará también en este camino de recuperación del poder personal:

* Entrar en contacto con tus deseos, necesidades y sentimientos;

* Expresar libremente lo que sientes, comunicarte asertivamente;

* Conocer y valorar tus recursos internos, tus talentos y virtudes;

* Establecer tu agenda personal;

* Definir con claridad tus límites y tus círculos de confianza;

* Centrarte de nuevo en ti mismo, en tus valores personales;

* Aceptar y amar tus vulnerabilidades;

* Reconciliarte contigo mismo y con tu historia;

* Practicar algún deporte, hacer ejercicio físico, reconectar con tu propio cuerpo.


Cada pequeño paso que das para incrementar tus niveles de autoestima, te empodera y te sustrae del dominio y el control del depredador emocional.

Ten fe en ti mismo, aunque fracases mil veces, saldrás adelante. Los pequeños logros de cada día van marcando el camino. Un abrazo.

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